Una velada interesante

Hace unas semanas fui a cenar con unas amigas a un Tommy Mel's que acababan de abrir en mi ciudad. Hace tiempo que conocía la existencia de esta cadena de restaurantes y siempre me ha llamado mucho la atención pero no ha sido hasta ahora que he descubierto el encanto que tienen.

Cena en Tommy Mel's. Fuente propia

Es cierto que siento especial predilección por la estética de los años 50 y sobre todo por los famosos diner. Es por eso que este restaurante me ganó el corazón desde el minuto uno. Toda su imagen corporativa está cuidada al máximo detalle, desde los colores pastel que impregnan todo el local, el uniforme de los camareros, los neones de colores hasta el mobiliario del restaurante.

Uno de los maravillosos neones que hay por el local. Fuente propia

Pero no sólo enamora la vista, sino que la carta es toda una maravilla. Los platos que podemos disfrutar en este sitio tan genial pasan por todo tipo de hamburguesas (de carne, de pollo, vegetarianas…), sándwich, wraps… pero lo que más me emocionó es que también sirven platos típicamente americanos como los spaghetti con meatbals, o el famoso meatloaf.

Meatloaf y spaghetti con meatballs. Fuente propia

Pero si esto me pareció un autentico acierto, la carta de postres terminó de enamorarme. Tienen toda una selección de batidos que podemos tomar con nuestras hamburguesas (como lo hacen Danny y Sandy en Grease) y un brownie realmente espectacular. 

Bubblegum milkshake, todo un descubrimiento. Fuente propia

Riquísimo brownie con helado de vainilla. Fuente propia

Todo esto acompañado por una excelente recopilación de los grandes éxitos de la música norteamericana de los años 50 y con un trato excelente del personal del restaurante. 

Siempre he pensado, que me hubiera encantado vivir esa época y reflexionando un poco hace unos días caí en la cuenta de que los años 50 fueron unos años difíciles, no fue todo lo bonitos que nos parecen a los que no los vivimos. Pero llegué a la conclusión de que este tipo de sitios nos hacen revivir lo bueno de esta época y es por eso que me gustan tanto. Es entrar por la puerta y viajar en el tiempo, trasladarte a una película. Es lo que podríamos llamar toda una experiencia de consumo realmente satisfactoria. Son sitios hechos para el consumidor de hoy en día, el denominado transumer o consumidor de experiencias. Además todo esto le proporciona una ventaja competitiva, un aspecto diferenciador que es la clave del éxito de estos establecimientos. Es una estrategia de negocio realmente acertada.

Solo me queda recomendaros este sitio a todos aquellos que disfrutéis con todo lo que significa la época de los 50, ya sea la estética, la música … ya que disfrutareis tanto como lo disfruté yo.

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Miriam Alonso