Perdimos a Gabriel García Márquez. No lo tendremos más. Ni para hablar de la muerte. Aunque tenía 87 años se nos hicieron poco tiempo. Aunque creó un movimiento literario, no fue suficiente. De él siempre querremos más. Así que cuando pensé en la Editorial de este mes, el mes del libro y la literatura, de Cervantes, de todos los Jordis, pensé que había que dedicárselo a un grande, a sus muchos libros y a todos los momentos que nos dio.
Porque cuando él hablaba de amor nos decía
'...Y se fueron a morir de hambre y de amor al dormitorio'
y sobre la vida reflexionaba
'Sin saber que la búsqueda de las cosas perdidas está entorpecida por los hábitos rutinarios, y por eso cuesta tanto trabajo encontrarlas.'-
Me he perdido un poco entre sus frases estos días y, después de todo, he comprendido qué me gustaba tanto de Gabriel, de su forma de contarnos las cosas. Que él, tan especial y diferente, estaba enamorado de la rareza y cuando le lees, seas como seas, sabes que tienes un hueco en sus libros, en sus mundos fantásticos donde todo es posible, incluso que él siga ahí esperándonos para contarnos una historieta más.
Luna Carmona.
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