miércoles, 4 de diciembre de 2013

El árbol de Navidad

Ya estamos en diciembre, el último mes del año. Y diciembre es sinónimo de frío, de celebración pero sobre todo es Navidad. Hace ya unos días que las ciudades han colocado sus luces y adornos navideños y apenas el día 1 las encendieron, y al igual que en las calles, es tiempo de adornar nuestra casa. Bajo mi punto de vista es importante este tema, ya que aporta un ambiente festivo que a mi me encanta.

Desde hace algunos años, me emociona especialmente el hecho de colocar el árbol de Navidad y cuido todos los detalles de esta tarea al máximo. Yo soy partidaria de adornar la casa en su justa medida. No se trata de llenar la casa de espumillón, de adornos y luces, sino de crear un ambiente navideño sin excesos.  Por este motivo, le doy especial importancia al árbol ya que es la pieza central de esta decoración, y el resto son pequeños detalles complementarios.

Fuente propia

En mi caso, el árbol que utilizo es sintético ya que no dispongo de espacio en casa habitualmente para mantener un abeto en condiciones, y estoy totalmente en contra de cortar un abeto para decorar la casa, es totalmente innecesario. Pues bien, mi árbol es sintético pero es bastante frondoso (odio los árboles que apenas tienen ramas, pues dan un aspecto descuidado a la decoración). Una vez aclarado el tema del árbol, paso a contaros los adornos que utilizo. 

Es interesante el papel que juegan los colores en el árbol. Hay quienes son partidarios de utilizar adornos de todos los colores, sin embargo yo apuesto más por jugar con un par de colores. En mi caso, los colores que he escogido son el blanco y el plateado, ya que son colores fríos que evocan a la nieve, y que contrastan con la calidez del hogar. He de confesar que no soy muy amiga del espumillón por eso lo he suprimido en mi árbol. Eso sí, las luces juegan un papel fundamental, en mi caso son unas luces de led blancas que al igual que los adornos aportan un tono frío. Los adornos que utilizo son bolas de varios tamaños, colores y acabados, copos de nieve, arbolitos, regalos, lágrimas, estrellas y piñas (que le aportan naturalidad).

Mis adornos para el árbol. Fuente propia

Una vez tengo todo esto colocado, el árbol está casi listo pero me gusta darle un toque original. Siempre me gusta colocar una serie de adornos (4 ó 5) que son más especiales y que no siguen el patrón establecido.

Todos giran entorno a Papá Noel y en mi caso dos de ellos han sido regalos de personas especiales y otros dos son de caramelo. Aquí podéis ver que uno es un muñeco de nueve disfrazado de Papá Noel, gel otro es una campana de cerámica con forma de Papá Noel.

Muñeco de nieve. Fuente propia

Papá Noel Campana. Fuente propia


A continuación podéis ver los dos adornos de caramelo, uno es un aro y el otro es un bastón de caramelo, que me recuerdan al taller donde trabajan los duendes de Papá Noel. 

Bastón de Caramelo. Fuente Propia

Aro de caramelo. Fuente Propia


Estos dos adornos son totalmente comestibles, aunque yo prefiero conservarlos y le aportan un toque personal, divertido e infantil que creo que todo árbol debería tener. Porque lo mas importante es eso que cada árbol sea nuestro.

También es importante coronar el árbol con un adorno especial, en mi caso es una gran estrella plateada. Finalmente hay que elegir un sitio donde el árbol tome protagonismo e impregne así el espacio con el espíritu navideño. Una vez colocado, cubriremos el pie del árbol, en mi caso es un cubre pie rojo y verde de Papá Noel.

Fuente Propia


¿Qué os ha parecido? ¿Cómo decoráis vosotros vuestro árbol?


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